Una investigación publicada en la revista Nature, explica cómo un consumo restringido de calorías puede aumentar la longevidad a través de la acción de un gen clave en el proceso de envejecimiento, el SIRT1. Este trabajo indica además que la proteína producida por este gen, la sirtuina1, unida a la acción de un regulador metabólico llamado PCG1-alfa, se encuentra implicada en la síntesis de glucosa en el hígado.
Científicos del Departamento de Biología Celular de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, estudiaron a la sirtuina1 en los mamíferos; la versión equivalente de esta proteína en el gusano y la levadura ha demostrado estar implicada en la retraso del envejecimiento si se asocia a una restricción de la ingesta calórica. Lo que aún se desconoce es si la proteína provoca la misma respuesta en los mamíferos.
Este trabajo ha mostrado que en ratones sometidos a restricciones calóricas la síntesis de glucosa del hígado aumenta considerablemente debido a la acción de las proteínas sirtuina1 y PGC1-alfa, que también elevan su presencia al detectar la insuficiente cantidad calórica. Una vez que se alimentó a los ratones, los niveles de ambas moléculas descendieron y cesó así la producción de glucosa. Según el autor principal del trabajo, el español Pere Puigserver, "no es una coincidencia que las dos proteínas actúen ligándose una con otra y que sin la sirtuina1, la PGC1 no pueda fabricar la glucosa".
El propio Puigserver aisló y clonó en 1998 a la proteína PGC1, que controla la expresión genética en el hígado y otros tejidos. Además, esta proteína está implicada en la conversión de grasas a hidratos de carbono, especialmente cuando hay restricción dietética. Por otra parte, la sirtuina1 ayuda a otras proteínas a organizar el ADN. "Ambas son necesarias para que el hígado sintetice azúcar, por lo que servirían para desarrollar fármacos que controlen la glucosa en personas con diabetes".
Fuente: Diario Médico
Fuente: Diario Médico
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